lunes, 29 de noviembre de 2010

Nadando en el agua de mi zapato..

La mañana se habia levantado fria, lluviosa a más no poder. Lo único que se me apetecía era quedarme acostada, entre el calor de las sabanas... si, la pereza me podía. Pero habia que cumplir el deber, el trabajo nadie lo hacia por ti.
Fue asi como empezo la mañana, aburrida, como todas, papeleo por aqui, impresos por allá... lo tiípo de una mañana de trabajo.
Para rematar, la lluvia habia empeorado, y lo unico que llevaba puesto era una simple chaquetita con la que creía que iba a estar abrigada, y el paraguas no guardaba nada de la lluvia. Al salir del trabajo, empeoró aún mas la cosa, y de la fuerza del viento y de la lluvia, el paraguas, ese que creía que me iba a durar durante todo el invierno, se terminó rompiedo. Desesperada, corrí hacia el portal más cercano que había, esperando que mejorase la cosa. Hasta que apareció el, sin mas, y con su cálida sonrisa, me invitó a meterme debajo de su paraguas.
Estas cosas me hacen ver, que no todas las aburridas mañanas de lluvia tienen porque acabar mal..

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